Voy a hacer un hilo de mi experiencia con la LEY DE VIOLENCIA DE GÉNERO. No tengo muchos seguidores, pero creo que es bueno compartir estos testimonios para dar constancia de cómo esta ley destroza en la vida entera o en parte, de hombres y mujeres. Ya que las madres también sufren.
El siguiente artículo ha sido publicado por @GitanoRandom en Twitter. Se trata de una historia real de un hombre, falsamente denunciado por violencia de género.
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Yo tenía 23 años, comencé una relación con una chica armenia que tenía 17.
Al principio todo bien, conocí a sus padres y a su hermano mayor. A sus padres no les hacía mucha gracia porque eran muy tradicionales y querían que ella tuviera novio armenio.
Pero bueno, lo iban sobrellevando a regañadientes.
Nuestra relación era un tipo de relación estándar de dos jóvenes. Teníamos nuestras discusiones de vez en cuando pero nada fuera de lo normal. Salíamos juntos, a veces por separado yo con mis amigos y ella con sus amigas.
Se hizo muy amiga de la novia de mi mejor amigo, y un día, mi amigo me dijo que tenía que contarme algo importante. Quedamos y me dijo que mi novia me había sido infiel. Se lo había contado a su novia. Y habían pruebas con mensajes de WhatsApp.
Al día siguiente hablé con ella y le dije que cortaba con ella por los cuernos que me había puesto. (Llevábamos 9 meses de relación) La bloquee del teléfono y quise pasar página.
Unas dos semanas después, la Guardia Civil se personó en casa de mi madre a las 11 de la noche.
Preguntaron por mí.
Imaginaos el susto de mi madre al ver a dos agentes a esas horas preguntando por su hijo. Le dijeron que tenían una notificación para mí, que me pasara por el cuartel al día siguiente para recogerla. Fuimos mi madre y yo por la mañana sin tener idea de nada.
Al pasar a la oficina, el agente me dijo que estaba detenido por un delito de violencia de género.
Yo estaba atónito. Mi madre totalmente desencajada. Además padece de taquicardia. La tranquilicé lo máximo que pude pese a la acusación falsa que estaba en mi contra.
Mi ex, relató que la cogí del cuello, que la golpeé, incluso que la amenazaba con una navaja cuál celoso empedernido.
No daba crédito a cómo pudo acusarme de algo así. Nunca la maltraté de ningún modo, ni mucho menos le puse la mano encima.
Esa noche la pasé en el calabozo del cuartel.
He de decir que el trato d los agentes fue exquisito conmigo. Dejaron que mi madre me trajera un bocata para cenar (cosa q esta prohibida). Me esposaron por delante, (la norma dice q debe ser por detrás). Creo que en el fondo sabían de mi inocencia dada su experiencia en cientos de casos.
Al día siguiente tuve juicio rápido y quedé en libertad con cargos a la espera del juicio.
Tenía que ir a firmar al juzgado cada semana. El juicio tardó 2 años en celebrarse. Durante ese tiempo piensas qué le pudo llevar a acusarme de esas cosas aun habiéndome sido infiel
Resulta que a sus padres les dijo que rompimos porque yo le pegaba y por eso ella me dejó. Sus padres acudieron a denunciarme 15 días después de los supuestos malos tratos, sin ninguna prueba física ni digital. Fueron a urgencias para hacer un informe de 'ataque de ansiedad'
Hicieron dos denuncias; la ya mencionada de agresiones, y por un robo de una pulsera y una cadena de oro. Esas joyas las vendimos en un "Compro oro" poniendo mi DNI porque ella era menor. Y el dinero fue para ella.
Menos mal que había una cámara de vigilancia del cajero del banco que había enfrente del establecimiento. Además la dependienta del "compro oro" fue a declarar y ratificó que fuimos los dos a venderla porque previamente había ido ella sola pero q no se las pudo comprar por menor de edad.
Quedó demostrado que mintió. Salí absuelto.
Quedaba lo gordo. Llegó el día del juicio por violencia de género. Acudí con mi abogada y mi familia, nos sentamos en una cafetería colindante con el juzgado faltaban unos 15 minutos para el juicio. Ella llegó con su abogado y sus padres y se sentaron en la terraza de la misma.
A los 5 minutos, unos agentes de la policía nacional se dirigieron a nuestra mesa. Me dijeron que estaba quebrantando la orden de alejamiento.
Mi abogada les explicó que en pocos minutos teníamos el juicio aquí al lado. Pero el protocolo dictaba que yo debía de ser detenido.
Hablaron con la jueza, y dejaron que se celebrase el juicio pero que al terminar yo debería de ser arrestado por quebrantamiento de orden de alejamiento.
Llegó el momento de la declaración estelar y digna de Oscar de mi ex. Se montó una película a lo Tarantino.
Llorando, con voz temblorosa relataba todo por lo que se me acusaba al más puro estilo Rociito.
En mi vida he visto a una persona mentir tan descaradamente y hacerlo como si de verdad hubiese vivido lo que explicaba. Parecía una actriz de novela. Yo no daba crédito.
Me hizo hasta dudar por lo magistral de su papelón. El fiscal me pedía 6 meses de cárcel, y recordemos que solo tenían de prueba su relato conmovedor. Ni testigos, ni conversaciones... nada.
Bueno, termino ese esperpento de juicio y yo me fui al calabozo otra noche.
Al final quedé absuelto de todos los cargos.
Lo peor no fueron los 700€ que tuve que gastarme en abogada y procurador, lo peor fue el sufrimiento de mi familia durante todo ese periodo y el amargo sabor de que no hubieron consecuencias por denuncias falsas. Le salió gratis.
Y todavía sigo impactado cómo una persona puede interpretar un papel tan sublime relatando invenciones para intentar joderme la vida. Como cristiano, no le guardo ningún rencor ni le deseo nada malo.
Solo espero que algún día se arrepienta de corazón de lo que hizo y Dios la perdone.
